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Últimas noticias de Bodega Cuatro Rayas
De la experiencia de viñedos centenarios
se crea la esencia del buen vino.
La razón de ser de Bodega Cuatro Rayas es elaborar Verdejo para el mundo. Sus instalaciones en La Seca producen alrededor de 15 millones de botellas de vino al año que se distribuyen en más de 50 países − incluyendo Estados Unidos, Rusia, México, China o Japón −; desde su nacimiento en 1935, la bodega se ha posicionado como un referente en la elaboración de vinos blancos y, además, en los últimos años ha obtenido numerosos reconocimientos por sus tintos, rosados, frizzantes, generosos y vermouth.
NUESTROS VINOS
La pasión por el vino de más de 400 familias...
El verdejo de Rueda en el mundo
Bodega Cuatro Rayas es hoy una de las bodegas más prestigiosas por sus verdejos, que son líderes dentro del consumo de vinos blancos en España y que, además, cuentan con una gran influencia y reconocimiento en los mercados exteriores. Además de esta variedad de uva −autóctona del territorio en que se ubica la bodega y de la que Cuatro Rayas posee una pequeña parte de viñedos centenarios plantados en ‘vaso’ o ‘pie bajo’ y, en gran parte, prefiloxéricos −, la Cooperativa elabora y distribuye vinos a partir de Sauvignon Blanc, Tempranillo, Viura y Palomino Fino.
De esta última variedad, de la que actualmente no está permitido plantar nuevas cepas en la DO Rueda, Bodega Cuatro Rayas conserva algunos viñedos con los que elabora sus tradicionales vinos generosos. Además, su cartera de productos incluye vermouths elaborados a partir de los vinos de la bodega y aromatizados con una selección especial de extractos botánicos escogidos por sus enólogos.
RESPONSABLES CON NUESTRO ENTORNO
Con nuestro sello ‘green & social’ amparamos el compromiso de la Cooperativa por el respeto al medio ambiente y hacia aquellos que viven en él: hemos desarrollado este marchamo propio para poner de manifiesto nuestra apuesta por una filosofía verde que orienta su foco de atención hacia el bienestar de las personas. El diseño de este sello representa una uva y una cara sonriente conectadas por dos flechas que forman un círculo, remarcando la interdependencia de la sostenibilidad del medio natural y la de quienes lo habitan.